viernes, 8 de mayo de 2015

la prosodia, el espejo y la pantalla medusa


La prosodia en el espejo


Dios, como las cosas, no habla. El habla, que es lo propio del hombre, le fue asignada por éste a los objetos inanimados del mundo, personificando su entorno. El hombre proyecta humanidad hasta el límite psicótico de la despersonalización. Sin tanto, creerlo tiene sus ventajas prácticas, por ejemplo, para alistar la posibilidad del pensamiento y la metáfora. El goce mítico de esa desmentida (...las olas me responden que sí que la han visto pasar...), supone un tipo de enlace con el deseo del  Otro en donde está echada, por medio de la simbolización, la necesidad de los lugares comunes, el lenguaje. El juego de representación simbólica -Ta que yo era...!, en el niño, implica la actuación de una suposición cómplice por un partenaire de juego, un otro de forma genérica, ya incluso presente sólo en la fantasía. Sobre un escenario de significados inconscientes ocurre la producción de intensidades en la que el sujeto y el otro, registran ese movimiento ficcional de planos de realidad.


Posiblemente, se pueda proponer que algunas situaciones clínicas vinculadas a la forma del habla muestren como signo, identificaciones de mucha pregnancia para la vida psíquica de un sujeto; donde justamente pueda quedar obliterada la dinámica de complicidad, de no saber reglado, de hacer de cuenta a sabiendas, propia del juego infantil.


Por una cuestión de contexto, aquí se reflexiona sobre la adquisición de la lengua materna en el Río de la Plata utilizando la prosodia de dibujitos animados centroamericanos (o castellano neutro), a partir de la enseñanza lacaniana del estadio del espejo, el que sucede en los albores del lenguaje verbal y los guiones fantasmáticos.

¿Cómo sucede que un niño rioplatense que se inicia en el habla, lo haga con la voz, la prosodia, los sustantivos y verbos (olvidaste tomar el balón, oye, púrpura, gasolina, jala de la soga, comeremos palomitas de maíz, ven conmigo, pastel de cumpleaños), y la persona (tú) del español centroamericano? ¿Quién habla así? ¿Cómo es esto posible? Hay que admitir una evidencia temporal, pragmática, perfectamente un infans puede encontrarse un tiempo mucho mayor conectado con la pantalla del televisor que en la interacción con otros sujetos humanos.

¿En la prosodia circula algo del orden de la Ley, algo del deseo del Otro? Sabemos de la fascinación por la imagen (ya acústica incluso) del semejante, por tanto podemos pensar que si ese otro principal que tengo frente a mí es un dibujito, una animación de lo inanimado, puedo efectivamente constituirme psíquicamente en base a esa fascinación.


Viñeta ilustrativa

Varios profesionales que trabajan con niños en terapia (psicológica, psicomotriz, fonoaudiológica, etc.) han observado la presencia de estas situaciones en la clínica infantil actual. Tomaremos una viñeta de Esteban Levin, psicólogo, psicomotricista y psicoanalista argentino, que trabaja con la enseñanza de Lacan en sus libros.

Marcos, de 8 años, fue cuidado por sus abuelos en su primera infancia quienes lo exponían a varias horas de televisión en soledad. Hablaba como los personajes de la televisión. No puede expresarse con naturalidad en primera persona. Es un niño inteligente “habla como le hablaron, mira como lo miraron, se ubica frente al otro como lo hace frente a un televisor (...) En vez de reconocerse a través del Otro, lo hace a través de las imágenes que le devuelve la pantalla; ellas no pueden cumplir el funcionamiento simbólico propio del espejo, lo cual trae aparejada la imposibilidad de constituir la imagen corporal.

Por lo tanto, Marcos “existe” en el goce de la imagen; en esa sobre-erotización sin salida, la imagen crea un espejo que, en vez de reflejarlo, lo absorbe (Levin, 2006: 79).



Espejismos de espejos

Usaremos la imagen del niño frente al espejo para pensar la soledad del mismo frente a la pantalla, en el caso de esta viñeta rioplatense. “La imagen del cuerpo no existe para una persona que está sola. Se constituye y existe sólo en relación con alguien” (Nasio, 2001: 154). Como enseñará Lacan, es un momento dotado de particular significado cuando, frente al espejo, el pequeño gira su rostro para mirar al del adulto que interactúa con él. Este es el caso de la niña de los espejos, paciente de Francois Dolto: A los dos años y medio la pequeña estadounidense queda en una habitación de hotel llena de espejos en muebles y paredes, durante horas, mientras sus padres se deleitan de los sabores parisinos, y su pequeña hermanita, bebé, queda en la cuna del hotel. Las cuida una niñera francesa que no habla la variedad americana de su inglés natal. Son varios días de habitación cerrada, de fragmentos suyos en los espejos, de un palabrerío extrañísimo. Perdida, sin la lengua de un adulto que tranquilice, que le diga “-eso que ves tus miembros, tu mano, tu carita”.

“En dos meses se ha vuelto esquizofrénica”, dice el historial clínico. Deja de hablar y de deglutir. Los espejos dice Dolto habían disociado, diseminado su ser, y agrega: “pensar que al comienzo los padres se sintieron contentos al creer que esos múltiples espejos la divertirían” (Nasio, 2001: 159). Se psicotiza tras esas vacaciones. Cambia radicalmente.

Pensamos que lo que sucede allí se relaciona al acto en el cual tras ver su imagen especular la pequeña gira para comprobar en la expresión del otro a su lado quién es ese que la mira desde el espejo. Nadie suficientemente bueno había a su lado y es asediada por imágenes sin mediación. La prematuridad, el desamparo y la fragmentación corporal de la cría de hombre se exacerban en ese vacío anaclítico. La adjudicación de sentido se denega y no hay manera de organizar la cadena de significantes. Y ¿si hay una violencia al dar sentido, siguiendo el razonable planteo de Aulagnier, cómo llamar al no otorgarlo? Sin otro que medie las múltiples imágenes recortadas se va a una vivencia fragmentada de sí, sin cuerpo, sin extensión inmanente para el despliegue del deseo humano (Nasio, 2002: 160-162).


La suave aridez del plasma

Dibujos suaves, y ágiles pero no inquietantes, colores nítidos, un remedo levemente excitante de la realidad pero mejorada, una repetición organizadora de la experiencia, otra vez y otra más hasta el agobio; y la promesa mítica a los padres -porqué no- del devenir genial a través de tal o cual programa educativo para niños de... 10 meses. En la hiperestimulación sensorial no hay nada para instalar en lo simbólico sin otro que medie. Puro placer de órgano. No hay un sostén primario que organice un principio de realidad. Por el contrario pareciera más bien que es el monitor que encuentra su imagen espejada, mimética, en la criatura humana que hay del otro lado del plasma. ¿Pensará el Mickey traducido en México, que hay una inversión del espejo, que hasta hablan igualito a él? Lacan dice que la constitución yoica no es asunto del despliegue del yo, no se exterioriza nada de adentro hacia afuera, “sino de entrada el yo es exteroceptivo o no es”. El niño criado por los lobos no es más que un lobo (Julien, 1992: 35). No se bastan las propiocepciones para el advenimiento de lo yoico del sujeto. Se trataría de relaciones de espacio no sensoriales, en tanto simbólicas, que exceden las sensaciones intero y propioceptivas, dotándolas de sentido (Le Gaufey, 1998: 40). Así, ya para Wallon, la imagen del cuerpo conduce a la individuación del sujeto entre los otros sujetos, de un cuerpo entre otros. Pareciera ser que lo decisivo es siempre quién está enfrente y quien mediando entre ellos, dotando de sentido la escena. “En ese momento en que termina el estadio del espejo inaugura, por identificación con la imago del semejante y el drama de los celos primordiales (...) la dialéctica que desde entonces liga al yo [je] con situaciones socialmente elaboradas” (Lacan, 1949).


Esta prosodia centroamericana en el pequeño rioplatense puede pasar desapercibida por la familia durante un tiempo, pero el pasaje a lo socialmente más elaborado lo delatará en algún momento, generalmente en una singularidad asociada a otros signos (seguramente del llamado espectro autista), donde también puede quedar para el sujeto obturada la comprensión del doble sentido, o la repetición de estereotipias aseguradoras, junto a una muy escasa tolerancia a la frustración y para pensar los afectos. ¿Podemos hablar entonces de una identificación del infans con esa imagen de un personaje animado puesto en lugar de semejante, ocupando un lugar de yo especular?

Se podría plantear una sobreexposición al estímulo. Levin dice que es posible caracterizar la relación del niño con la pantalla: su duración es “en la fugacidad presente del instante visual. En sí misma sin relación con el otro, es su propio fin. Si la dejan sin control, tiende el señuelo para procurar consumir y agotar el deseo infantil”. Como la niña y los espejos; se presenta para Levin el peligro del uso indiscriminado de pantallas que pueda distorsionar la experiencia corporal (2006: 14) La imaginación, la evocación y el pensamiento desplegados en el juego, que “no es nunca una frivolidad” (2006:15), quedan aplanados en la pantalla.

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El impacto de la forma - por Serge Tisseron (1)

Los bebes y niños se muestran fascinados sobre todo por la forma más que por el contenido, por los movimientos rápidos de los personajes, cambios del decorado, imprevisibilidad de las escenas, intensidad de los efectos sonoros, voces extrañas o inhumanas, etc

Según el autor, la confrontación del bebe (antes de los tres años) al paisaje audiovisual tiene tres serias consecuencias. Sobre la construcción de la imagen de sí y de su familia. Sobre las adquisiciones lingüísticas. Sobre los modelos internos que reflejan su relación con el mundo.

El efecto "medusa"...
en el que la pantalla

a- Pasa a ser eso que lo excita y lo calma al bebe a la vez

Se establece una relación patógena, hiperestimulante e intrusiva, que el psicoanalista Paul Claude Racamier ha designado bajo el nombre de “seducción maternal primaria”.

b- Perturba la construcción de la representación de si.

La relación de un niño pequeño con sus juguetes es multisensorial, asociando la vista, el oído, el tacto y el olfato. Es en esta intrincación permanente que se teje su imagen inconsciente del cuerpo, que se instala su sentimiento de ser a la vez “dentro de su cuerpo” y “en el mundo”.

c- Altera el dibujo de figura humana.

La consigna “dibuja una persona”, que un pediatra alemán (Peter Winterstein) ha propuesto en las mismas condiciones a todos sus pacientes niños durante 35 años, muestra que los niños que son grandes consumidores de televisión hacen representaciones de cuerpos deformados, amputados, y completamente aberrantes.

d- Altera el sentimiento de sentirse parte del mundo y de una familia.

Un estudio realizado con una muestra de 55000 niños que miran la televisión entre 71 y 108 minutos por día, muestra que éste sentimiento aparece muy afectado.

Este estudio muestra que cuánto más miran televisión menos se sienten formando parte de su familia.

e- Retrasa el lenguaje.

Ciertos DVDs y videos son explícitamente aconsejados para los padres argumentando que estimulan el aprendizaje del lenguaje de sus bebés. Se tratan en particular de apoyos como Baby Mozart, o Baby Einstein.

Pero dos investigaciones de la Universidad de Seattle, en EEUU, han mostrado que no solo estas producciones no acrecientan la capacidad lingüística de los niños que los miran, sino que por el contrario enlentecen en los niños de 8 a 16 meses sus aprendizajes.

f- Fragmenta la continuidad.

El bebé está construyendo los aspectos constantes de sí mismo, más que preocupado en memorizar acciones sociales. Lo más importante son las sensaciones y las emociones (Stern). Gracias a ellas comienza a percibirse como un ser que siente, que se mueve y que tiene percepciones como sujeto de su propio cuerpo (núcleo del self).

REAL: un adulto sonríe a un bebe, él responde con una sonrisa más larga todavía generándose un espiral de retroalimentación positiva.

VIRTUAL: el bebe mira un rostro que le sonríe en la pantalla, el va a sonreír a su turno, pero el rostro no se va a modificar bajo el efecto de su sonrisa. El bucle de interacción está esfumado. Peor aún, otra cosa aparece rápidamente en la pantalla, de tal manera que la situación emocional y sensorial de sonreír compartido está interrumpida.

El bebe está dentro de la situación de “ser” y de “no ser” a la vez con el otro, y el interioriza las relaciones en eco constantemente abortadas. Sin moverse y con los ojos clavados en la pantalla, este niño aprende la inestabilidad. Sus padres lo ven inmóvil delante de la pantalla y deducen que la tele lo calma. Pero está más bien hipnotizado por el desfile rápido de formas y de colores acompañado de ritmos y de sonidos extraños. Los padres creen es la tele-chupete pero es peor, es la tele “Medusa” (del verbo medusear utilizado en francés, significa pasmar, causar estupor, dejar turulato)

g- Desvía al bebe de la conciencia de su propio cuerpo.

Cuando el cuerpo, el tacto, la posibilidad de contacto, se borran, la actitud mental cambia y el mecanismo psíquico que se impone es aquel que Freud llamó la denegación: es decir la posibilidad de pensar en todo momento que la parte de realidad que me molesta no existe.

h- La pantalla se convierte en un espejo privilegiado.

Las pantallas incitan siempre al niño a una relación de familiaridad, de confianza y por que no decirlo de apego, en todos los puntos semejante a la que ellos establecen con los seres humanos. Como por ejemplo: Dora la exploradora.(Tisseron, S.)

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Encontramos referencias al llamado Trastorno de la Prosodia, Síndrome del Acento Extranjero, en Argentina, por el Neuropediatra Javien Sanabria:

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magela s.c.
(con la colaboración de j.s.s.)





Referencias

Julien, P. (1992) El retorno a Freud de Jacques Lacan, MexicoSitesa

Lacan, J. [1949] El estadio del espejo como formador de la función del yo (je) tal como se nos revela en la experiencia psicoanalítica.

Levin, E. (2006) ¿Hacia una infancia virtual? Bs. As. Nueva Visión

Le Gaufey, G. (1998) El lazo especular. Córdoba. Edelp

Nasio, J. D. (2001) Los más famosos casos de psicosis. Bs. As. Paidós



(1) “Les dangers de la télé pour les bébés” Serge Tisseron Collection Temps d’arret. Editorial Yapaka.be. 2008.

salud emocional y corporal - longevidad

 Acerca del programa Longevus del Dr. Juan Hitzig
El alfabeto emocional

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Longevus
http://www.longevus.com.ar/sobre_el_programa_medico_longevus.html


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magela s.c.

martes, 19 de noviembre de 2013

El apego a la pantalla luminosa


En el año 2003, tras haber descubierto el nicho de pequeños telespectadores, una empresa israelí ideó Baby TV, un canal temático con 24 horas de programación para menores de tres años. En el 2006, una empresa estadounidense lanzó un canal similar, Baby First, "una forma divertida y didáctica de acercar a tus hijos el arte, las matemáticas, la lengua y la música. Y recomendada por los expertos en desarrollo infantil", señalaba su eslogan en España. Luego, más de 40 países emitían la señal de al menos uno de estos dos canales.


Cuando le tocó el turno a Francia, generó una serie de polémicas sobre sus efectos en los niños menores de 3 años. Un grupo de psiquiatras y psicoanalistas esbozó una serie de argumentos sobre sus riesgos, elaborando un llamado para firmar una moratoria contra los bebés teléfagos.1


El lanzamiento de un nuevo canal de televisión destinado para niños de 6 meses a 3 años trae cuatro problemas graves:

  1. Sabemos hoy por hoy que el desarrollo de un niño pequeño pasa por la motricidad y la capacidad de interactuar con los diferentes objetos que él encuentra. Mientras que la interactividad es intrapsíquica en el adulto y en el niño grande, ella tiene necesidad de apoyarse sobre el cuerpo y la sensorio-motricidad en el bebe. La inteligencia a esta edad, es en efecto mas corporal (sensorio-motriz) que imaginada o conceptual.

Es de temer que el tiempo que pase un niño delante de las emisiones de un canal de televisión –que va a reasegurar a los padres porque está presentado como diseñado para los pequeños- no despliegue las actividades motrices, exploratorias e interhumanas fundamentales para su desarrollo.

  1. Nosotros sabemos que el niño no se desarrolla, ni establece una relación satisfactoria con el entorno, sino se percibe como un agente de transformación del mismo. Eso es lo que hace que manipule pequeños objetos alrededor de él. Es de temer que la instalación del bebe delante de una pantalla reduzca su sentimiento de poder actuar sobre el mundo y lo enquiste en un status de espectador del mundo;

  1. Si bien los programan propuestos por este canal existen en forma de DVD que tienen la ventaja de proponer una duración limitada, es de preocupar la creación de un canal que emitiendo 24 hs continuas incite a los padres a utilizarlo como un medio fácil de dormir al bebe. Todos los padres saben de lo difícil que puede ser hacerlo… Muchos padres tienen el riesgo de estar tentados por la instalación de la televisión en el cuarto de su hijo como un medio de facilitar su endormecimiento;

  1. Numerosos trabajos etológicos aplicados a la relación madre-hijo han mostrado cómo el ser humano es capaz de “agarrarse” de los elementos presentes en su ambiente, desde el alba de la vida. Es de temer que los niños pequeños confrontados sin cesar a las pantallas desarrollen una relación de apego a estos, que los “scotchen” (pegan, adhieren) independientemente de todo contenido. Estos niños no pueden sentirse bien en el mundo (seguros) si una de esas pantallas no está encendida cerca de ellos.


En conclusión: Este canal corre el riesgo de seducir a algunos padres. Mas no ciertamente por el beneficio de los niños que serán instalados delante de ellos. Se corre el riesgo de desarrollar una forma de apego a una pantalla luminosa.

Es por esto que es urgente movilizarse para la creación de una moratoria que interdicte a esos canales de difundir los programas para los bebes en forma continuada, 24 horas sobre 24 horas, antes que nosotros sepamos un poco más sobre las relaciones de los bebes con las pantallas”.


Quienes firmaron: Serge Tisseron (Psiquiatra, Psicoanalista, especialista en temas relacionados con el mundo virtual y la imagen); Pierre Delion (Psiquiatra, Psicoanalista, jefe del Servicio de Psiquiatria Infantil de Lille); Bernard Golse (Psiquiatra, Psicoanalista, profesor de la Universidad Paris V, Jefe del servicio de Psiquiatría infantil del Hospital Necker de Paris); Marie Rose Moro (Psiquiatra, Coordinadora del Servicio de Etnopsicoanálisis de Bobigni y Jefa del Servicio del Centro Hospitalario Avicenne) entre otros.


La infancia intervenida

En la actualidad el uso de dispositivos tecnológicos tales como la televisión, los juegos de video (playstation), Internet y objetos tales como teléfonos inteligentes, ipad, tablets, mp5, wii, sistemas android con pantallas táctiles,etc. por parte de los niños, trasciende hacia un uso cada vez más desmedido y a edades cada vez más tempranas. Son parte de la vida cotidiana de los niños pequeños y hasta de los bebes. Se han vuelto un sostén, una compañía en la cotidianidad de sus vidas, un referente? Y cada vez más este tipo de prácticas ocurre sin un adulto para sostener, cuestionar, significar o resignificar, poner en palabras y/o contener la experiencia vivida por ese niño. Por lo que mirar un video o dibujos animados o lo que sea en la T.V. o en Internet y/o jugar un juego electrónico se da generalmente en soledad o, en el mejor de los casos, entre pares.


Víctor Guerra (2007) expresa, el exceso de uso de la TV o la pantalla como refugio para distraer la atención del bebe o ayudarlo a dormir genera una solución ficticia ya que se prolonga uno de los problemas fundamentales de la vida psíquica: ¿cómo enfrentar la ausencia, el vacío de estimulación exterior?. Y la posibilidad o no de investir imágenes internas, como restos de la presencia del otro estructurante, material de un fantaseo fundante de un espacio interior.”


Stern señala que el advenimiento del sí mismo pleno está basado en la autopercatación y la autorreflexión, que sólo puede constituirse si el niño vivenció vínculos tempranos de alta implicación afectiva y luego simbolizados en su complejidad y abstracción por el relacionamiento, la interacción verbal.


Por lo que el contacto piel a piel, intenso, recíproco y sincrónico, sin intermediaciones, entre el bebe y sus referentes es necesario para el desarrollo saludable del ser humano.


La soledad afectiva de los niños en sociedades desarrolladas y el empobrecimiento de los vínculos familiares y comunicacionales, instalan una sensación de vacío. Estos niños estarán más vulnerables a identificarse adhesivamente y masivizarse con los modelos de la televisión o internet.

Victor Guerra se pregunta por el lugar de la narrativa y cómo se construyen las narrativas en un mundo en el que se privilegian la imagen y la sensorialidad. Entiende que la experiencia mono o polisensorial cobra primacía por sobre la búsqueda de un sentido (la sensación reemplazaría absolutamente al sentido). La experiencia cobra signficación por la intensidad y por el impacto excitatorio en sí mismo, en ausencia de interlocución con un otro. (Guerra V. 2007)


El impacto de la realidad tecnológica y virtual en el desarrollo psicomotor (motriz, cognitivo, vincular y social)

Víctor Guerra nos plantea una serie de interrogantes de las cuales nos parece fundamental como punto de partida para el debate al respecto del tema planteado.


La información plurisensorial procedente de las pantallas:

¿Genera efectos en los procesos de atención (construcción intersubjetiva) del niño?

Si consideramos la atención -función psíquica y neurológica compleja- como una construcción intersubjetiva (V. Guerra) debemos tener en cuenta la importancia de la afectividad en su constitución (la sintonía afectiva). Entre los nueve y doce meses el bebe es capaz de señalar los objetos, usar gestos para referirse a los mismos, la intención comunicativa se hace más evidente con la aparición de las primeras palabras. Momento en el que el niño descubre que el objeto de atención, los estados afectivo-emocionales y la intención pueden ser compartidos. Para Stern este descubrimiento constituye un nuevo principio organizador, una nueva perspectiva subjetiva que puede alinearse con la de otro para convertirse en intersubjetiva. El autor define tres formas de intersubjetividad, la atención conjunta, la intención conjunta y el afecto conjunto (interafectividad). Victor Guerra señala que para la constitución del ser humano es una invariante fundamental la presencia del otro, la absoluta necesidad de la presencia y el aporte del otro humano.


La relación de adhesividad con la pantalla y la relación con como tolerar la ausencia y el vacío:

¿La presencia continua de información sensorial no limita dichos procesos?

No podemos dejar de incluir la relación con la imagen de acuerdo a cada contexto de la estructura familiar. Esto nos abre otros espacios de reflexión sobre las nuevas configuraciones familiares y el papel de la imagen, la TV pantalla del computador, como punto de encuentro (familias en el que hay un integrante que ha emigrado y el encuentro virtual en la red es un espacio inapelable de intercambio) , o de escape al encuentro intersubjetivo (familias “hotel” en la que cada integrante tiene su TV en el cuarto y los espacios de encuentro -por ejemplo la mesa familiar- se van diluyendo o despareciendo).

¿Adherirse como forma de experimentar una suerte de disociación, en el que una parte del self queda “abrochada” a la pantalla, y la noción de sí mismo se esparce, sintiéndose ser uno (completo) cuando se está “conectado” y otro (incompleto) por fuera de ello? (Guerra V. 2007)


El lugar de la imagen en sí mismo y en el otro:

Este punto nos lleva a pensar en la construcción de la subjetividad en general, de la cual forma parte también un niño. ¿En el presente estamos ante la construcción de individuos hipermodernos pautados por el “culto de la urgencia” y la prevalencia del exceso? (N.Aubert 2006). Esta autora define la construcción de la subjetividad en el adulto, en la consumación del “hombre instante”, en el que se une; la imaginería de mercado de nuestra sociedad de hiperconsumismo y la instantaneidad proveniente de las tecnología de la comunicación.

Así se generaría un individuo:

a) dominado por la necesidad de satisfacciones inmediatas,

b) intolerante a la frustración,

c) exigente “todo de un golpe”, en un contexto en el que la satisfacción de su necesidad sería posible no solamente por la hiperelección permanente de objetos de consumo, sino también por la casi instantaneidad con la que el menor deseo puede ser satisfecho”.

Y esto parece irse estableciendo como una confirmación identitaria. D.Marcelli (2006) señala cómo la búsqueda de una actitud asertiva, ejecutiva, activa y efectiva parece estar unida a: “una omnipotencia deseante que debe estar preservada como garantía de la identidad del sujeto. Donde conviene evacuar el conflicto del espacio psíquico interno, el conflicto que provoca sufrimiento, duda sobre sí mismo, vulnerabilidad, sentimientos de no completud”:

¿Cómo esto se pone en juego cuando un niño va conformando la imagen de sí dentro de una cultura de la imagen? (Guerra V. 2007)


La transformación en los estilos de juego y el lugar del cuerpo, y los video juegos:

Es necesario diferenciar los juegos que pueden ser jugados en conjunto con otros niños, ya sea en el mismo lugar o en red, que abre nuevas formas de inscripción grupal, en la que hay una interlocución; del juego “excesivamente” solitario y especialmente aquel que congrega en el niño una búsqueda continua de excitación.

S. Tisseron (2006) plantea diferenciar algunos “perfiles de jugadores”:

    1) Su actitud en el juego sería la de una búsqueda continua de excitación (continuidad sensorial)
    2) Juegan por el valor de competir y demostrar ser los mejores. Sería una búsqueda de una compensación narcisista de fallas precoces y de un ambiente poco gratificante.
    3) Aman manipular los personajes que representan diferentes aspectos de sí mismos.
    4) Jugadores que aman la compañía, juegan para reencontrarse, nutrir los vínculos y prolongar el reencuentro con la realidad.


En WALL-E (2008),
https://www.youtube.com/watch?v=83MCq3I1PzU,
película de animación, futurista, Andrew Stanton aborda de un modo bastante apocalíptico el destino empobrecido del ser humano como especie. En el sentido de las relaciones interpersonales totalmente sustituidas por aparatos, computadoras, robots, etc., la vida es lo suficientemente virtual, el ser humano ha mutado hacia una total alienación sin sentir interés por lo que hay a su alrededor y a la vez dependencia de lo artificial, de los soportes tecnológicos; desconectado de los sentimientos, de las emociones y vivencias corporales, encontrándose solamente con sensaciones sensoriales (bombardeo sensorial, principalmente visual y auditivo, e individual); los hombres se han vuelto torpes, poco inteligentes (en lo referente a la empatía, la reversibilidad, la escucha, la interacción face to face).


En la sala de psicomotricidad cuando observamos los juegos de los niños de hoy, en terapia psicomotriz, constatamos cada vez más un deterioro creativo, una economía en la representación simbólica, en la creación creativa, en la representación y recreación de la vida cotidiana; observamos mayor pasividad, diálogos escasos a modo de juegos de video ("está programado/ lo aniquilaré/ off/ pierde su poder/ oprimí el botón y se moría/ con este poder lo dejas fuera de combate/ perdía su propiedad con este botón/ para acceder a su sistema.../ un espacio virtual/ uso de cursores, de pasar de pantallas, de estar dentro de las pantallas etc.") Los personajes de los juegos ya no entran tanto en acción vivenciada con sus cuerpos en el espacio real, ni experimentan o exploran, son más bien pasivos. Con sus poderes, múltiples vidas y la alta tecnología, casi sin moverse del lugar, "oprimiendo algunos botones" ya se le puede ganar al enemigo o dejarlo inactivo. O bien, la búsqueda permanente de la descarga sensorio motriz,la búsqueda de los límites corporales con choques, saltos, movimiento sin una finalidad contextuada determinada o un sentido más allá de las sensaciones laberínticas. Ello cuando se permiten vivenciar placer, ya que muchas veces no soportan experimentar placer corporal.


Muchos de los niños y adolescentes que llegan a la instancia de terapia psicomotriz, durante la sesión en la sala de psicomotricidad buscan esa “continuidad sensorial” que obtienen de los juegos de pantalla, juegan a estar jugando al play, juegan a ser los personajes de los juegos virtuales como si la adhesión a la pantalla los trasladara entro de los juegos de computadora, por lo que los juegos de representación simbólica aparecen cada vez más empobrecidos. Piden usar la computadora, traen a la consulta teléfonos celulares u otros aparatos y se niegan a apagarlos o piden usarlos, picotean de un juego a otro, de una actividad a otra sin poder permanecer o prestar atención a un estímulo por vez al estilo zapping.

Ocurre también que a menudo manifiestan estar aburridos, o aburrirse con tal o cual actividad ni bien la comienzan a realizar. Este aburrimiento genera iniciar una actitud de zapping, buscando estímulos sensoriales permanentemente.

Durante los primeros momentos de juego se observa gran necesidad de descarga motriz, en donde privilegian absolutamente la búsqueda del impacto (choques fuertes, a veces violentos, contra los colchones, contra los prismas, saltos o más bien caídas donde se desploman con peso y desorganización tónico-postural sobre los colchones, o sobre los prismas colocados sobre los colchones para que sea más duro el choque) como si necesitaran constatar que tienen un cuerpo.


Desde la práctica psicomotriz uno de los objetivos más importantes ante estas nuevas situaciones y expresividades motrices cada vez más frecuentes, sin duda, debe ser contribuir al desarrollo de la capacidad creadora, de la representación simbólica y de la imaginación puesta al servicio de la vivencia durante el juego, de la vivencia de integración corporal, y de todos estos elementos en lo grupal (dado que los niños que presentan las características mencionadas prefieren el juego individual). Así como también proporcionar este espacio para que la representación se de con los elementos traídos por ellos (pues son emergentes de su vivencia y de la fantasmática) pero deben ser sostenidos desde la comprensión respetuosa y desculpabilizante propias del rol del psicomotricista
A menudo se observa también que presentan dificultades para negociar, para llegar a acuerdos dialogando, para establecer y respetar las reglas del juego y para interactuar desde sus personajes y roles en los juegos de simbolización, para relatar  distintos acontecimientos con capacidad de análisis e impronta personal. El apoyo, el acompañamiento del/la psicomotricista se hace constante en cada sesión, para ayudar a sostener y continuar los juegos y sus tramas, a enriquecerlos, encontrar acuerdos, poner en palabras, y hasta ayudar a representar buscando modos creativos de resolverlo.


¿Qué se juega en los juegos de pantalla?

Víctor Guerra enumera las prioridades de los juegos de pantalla:

    No contacto humano (niño “en” la pantalla, ilusión de inmersión).
    Inmediatez de la respuesta (tiempo virtual).
    Ausencia de interlocución.
    Relación virtual con el objeto.
    Privilegio de la impresión sensorial (búsqueda de excitación).
    Goce de la imagen 2
    Limitación de narrativa a través de la palabra.
    Inserción en un espacio virtual, no físico.
    Parcialización de la experiencia corporal (mano interactiva y cuerpo ínter-pasivo).


Interrogantes

¿Este tipo de factores en la construcción de la subjetividad nos acerca a pensar en nuevas forma de patología o son las mismas que visten nuevos ropajes?
¿Este privilegio de la imagen en algunos casos nos llevaría a hablar de “adicciones a la imagen”?. ¿Y la prevalencia de la experiencia sensorial en un contexto de limitación del contacto afectivo y evacuación del dolor mental a través de actos y “conexiones”, nos llevará a buscar nuevas formas de nominar las subjetivaciones?. ¿Cuál es el lugar del falso self en todo esto?. ¿Podremos hablar por ej. de un “falso self sensorial” (V. Guerra 2007)? 3




Resoluciones emergentes del impacto de las pantallas El 1 de noviembre de 2008 entró en vigor una nueva normativa en Francia que prohíbe la difusión de programas de televisión infantil, prohíbe “editar, difundir o promover programas anunciados como específicamente para niños menores de tres años”. Los canales temáticos deben informar a padres y al resto de los espectadores que ver la televisión puede frenar el desarrollo de los bebés y niños, aún cuando se trate de canales dedicados específicamente para ellos. Según el Consejo Superior de lo Audiovisual francés (CSA), este hecho fomenta la pasividad, la agitación, el retraso del habla, a dependencia a las pantallas, influye en el desarrollo intelectual y en la capacidad de concentración y afecta a la calidad del sueño.

Un estudio, elaborado por la Universidad de Pittsburg (Pensilvania) y publicado en Archives of General Psychiatry en febrero de 2009, analiza la relación entre la exposición a diferentes medios electrónicos (televisión, videojuegos, etc.) y la aparición de la depresión (apatía, decaimiento, irritabilidad, pérdida de interés por la vida) en la adolescencia. Estos expertos aconsejan a los pediatras y especialistas que trabajan con niños que pregunten a los padres por el número de horas que sus hijos pasan frente a la pantalla del televisor, video juegos o computadora. Si lo hacen sólos o en compañía de un adulto. 

http://www.cromo.com.uy/2013/12/pediatras-japoneses-alertan-sobre-el-riesgo-de-los-smartphones-en-los-ninos/?fb_action_ids=10151765083305458&fb_action_types=og.likes&fb_source=feed_opengraph&action_object_map={%2210151765083305458%22%3A265069703617750}&action_type_map={%2210151765083305458%22%3A%22og.likes%22}&action_ref_map=[] 

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Discutiremos más adelante las manifestaciones emergidas de la relación de los niños con las pantallas (principalmente dibujos animados) en el lenguaje, la comunicación y la prosodia.
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magela s.c.


Notas
1 Publicado en Revue Spirale Nº 44 “Rhytm’n babies. 2007. Ed.Eres. Paris.


2 “La práctica del placer gestual, corporal, sensorio-motor, temporal, rítmico y espacial de los chicos se ve muchas veces cuestionada por la pantalla y aparece otro goce, mudo en el tacto, visible en la mirada, oscuro en el sabor, insípido en el olor, inmóvil en el espacio. Podríamos denominarlo el goce de la imagen”.(E. Levin 2006)



3 FALSO SELF SENSORIAL:

    Dificultad en la categoría continente-contenido.
    Escaso contacto emocional (mentalización).
    Búsqueda de un objeto estimulador (sensaciones fuertes).
    Escasa narrativa verbal.
    Labilidad atencional.
    Inquietud motriz.
    Escaso juego creativo.(Fallas en la transicionalidad).
    Preocupación por el aburrimiento (vacío).
    Predominio de juegos de y “en” pantalla.
    Expresión de lo virtual sobre la expresión de lo fantaseado.
    “Utilización de un sistema binario de significación”.
    Búsqueda de seguridad en la “continuidad sensorial”.
    Relación de “apoderamiento sensorial”.
    Pensamiento descontinentado. (Por Guerra V. 2007)

viernes, 3 de mayo de 2013

Apuntes sobre la psicomotricidad y la intervención psicomotriz


La psicomotricidad

Toda acción del ser humano es una acción psicomotriz, ya que en ella se intrincan complejos factores anatómicos, psicológicos, cognitivos y sociales que determinan en cada persona una expresividad motriz particular.

La Psicomotricidad es la disciplina que estudia al ser humano desde esa articulación, intentando comprender el significado de lo que el cuerpo y el movimiento expresan en señales que serán interpretadas como indicadoras de salud o dificultades que se presentan en el desarrollo.

La psicomotricidad define sus objetivos en función de desarrollar o restablecer las capacidades de cada persona, mediante un abordaje corporal.

Pretende llegar a las diferentes aptitudes y potencialidades del ser humano en su desarrollo afectivo-social, motor, comunicativo y cognitivo.

Entonces la Psicomotricidad (infantil) se ocupa del desarrollo psicomotor del bebé, del niño/a y del adolescente.


El desarrollo psicomotor

Es el proceso continuo mediante el cual el niño adquiere habilidades gradualmente más complejas que le permiten interactuar cada vez más con la personas, los objetos y los sistemas de su medio ambiente, abarcando las funciones de la inteligencia y la afectividad por medio de las cuales el niño entiende y organiza su medio, incluyendo también la capacidad de entender y hablar su idioma, la de movilizarse y manipular objetos, la de relacionarse con los demás y el modo de sentir y expresar sus emociones. Forma la base desde la cual el niño accede al sistema escolar y de manera más amplia a todos los procesos de integración social. (Lucille Atkins y col. - 1987)

El desarrollo psicomotor transcurre en el contexto de los vínculos e interacciones del niño con su familia y el entorno.

En la entrevista con los padres (o cuidadores a cargo) se busca indagar acerca del desarrollo del niño desde la etapa intrauterina.

Para recabar datos significativos acerca de su desarrollo, primeras adquisiciones, antecedentes personales y familiares, relación (ambiente) familiar de convivencia, etc.


El abordaje psicomotriz

Es importante observar empáticamente y poner el cuerpo al servicio del despliegue del juego que se desarrolle, escuchar, contener, provocar, establecer reglas.

1. A través de la observación de cada uno de los aspectos del desarrollo por separado pero inseparables de la unidad que conforman, permitirse la comprensión global de la persona, de su expresividad motriz.

Como nos indica la Psicología Evolutiva, en el niño las estructuras que conforman su personalidad se presentan íntimamente unidas, de manera que cuando realiza cualquier acción, lo sensorio-motriz, lo emocional y lo cognitivo actúan unidos. Dicho con otras palabras, es el único ser en el que la estructura motriz, la afectiva y la cognitiva se encuentran perfectamente imbricadas, funcionando como un todo esencialmente hasta los siete u ocho años, edades en las que se produce el paso del pensamiento pre-operatorio al pensamiento operatorio.

2. Favorecer el despliegue del desarrollo (de su expresividad) en un espacio de juego, lo cual permite al sujeto accionar con su cuerpo, experimentar con el movimiento.

El movimiento en el niño, está ligado al progreso de sus nociones y capacidades fundamentales, y, cuando estas pasan bajo el control dominante de la inteligencia, el movimiento queda implícito en los modos con que se exterioriza y prodiga la actividad psíquica.

Todo el desarrollo cognitivo se hace debido a la interacción del sujeto y el medio, por tanto una situación de aprendizaje es tanto mas fructífera cuanto mas activo es el sujeto. Activo en el sentido de la posibilidad de manipular, e intentar modificar el objeto de aprendizaje.

Por esta razón el juego y el movimiento son medios naturales de aprendizaje para el niño puesto que la manipulación se realiza en general con mayor libertad, el niño se anima más a cometer errores en el juego que en el aprendizaje formal.

El niño jugando modifica la realidad, pero este juego a su vez lo modifica a él. Análogo proceso se produce en el aprendizaje.

El juego se produce en un espacio favorecedor de funciones como el pensamiento y la simbolización.

Es frecuente que debido a las emergencias y al ritmo de vida, al tiempo de compartir, que generalmente es acotado, a los que están sometidas las familias, generen poco espacio para vivenciar el placer, por lo que vemos con frecuencia que tampoco se producen espacios lúdicos en el hogar; niños que juegan poco o no juegan.

El juego es en la infancia una necesidad esencial ya que le permite explorar, conocerse y conocer su entorno cercano, conocer los objetos y a las personas, cómo funciona cada objeto de intrés, le permite crear, imaginar, elaborar conflictos, descargar energía, canalizar agresividad, etc. El juego es su actividad más espontánea.


El juego es una herramienta, un soporte para el psicomotricista

Reconociendo la relación del niño con un otro, permitiendo que el psicomotricista pase a conformarse un actor de su desarrollo, al aceptarlo y compartir sus juegos.

El Psicomotricista utilizará el juego como instrumento de abordaje. Partirá del juego como espacio donde vivenciar el placer por descubrir, a partir del movimiento, la infinidad de sensaciones y percepciones que permitan conocer el mundo que rodea al niño. Asimismo favorecerá el desarrollo de su vida imaginaria, eslabón fundamental en la construcción del pensamiento del niño.

La intervención del psicomotricista se va dando por un sistema de actitudes y tecnicidad que se despliegan en un encuadre específico que se mantiene constante en función de los objetivos de trabajo y del rol del psicomotricista con sus características particulares.


Dentro de la sala de psicomotricidad la práctica se encuadra por:

El espacio de la sala, entendiendo por ello sus dimensiones y la disposición de los diferentes espacios organizados.

Los elementos que forman parte del espacio físico, tanto elementos fijos o móviles (espaldar, escalera, cuerdas, placares, prismas, espejo) que ayudan a delimitar y organizar el encuadre. El material no figurativo (no inductor de juegos preestablecidos) presentado en diversidad y cantidad; y sobre todo en los espacios terapéuticos, también material figurativo: muñecos, instrumentos musicales, títeres, etc), el cual los niños también esperan encontrar en la propuesta de la Sala.

El Psicomotricista genera el encuadre de la práctica desde su presencia constante, desde el respeto y cumplimiento con el día y la hora de encuentro; desde su disponibilidad corporal, desde su actitud postural, desde su participación en las diferentes propuestas que surgen en la sesión, etc. La implicancia del Psicomotricista desde su actitud y tecnicidad es el componente esencial de un encuadre seguro en la practica psicomotriz.


La participación y compromiso de los padres en el tratamiento es fundamental para cada intervención.
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magela s.c.